Empiezo a comprender las bienvenidas mejor que los adioses.
(Quiero creer que estoy volviendo)
Cuando el infierno son los otros el paraíso no es uno mismo.
(Despistes y franquezas)
(Despistes y franquezas)
No sé tu nombre solo se la mirada con que me lo dices.
(Haiku 26)
(Haiku 26)
Hay diez centímetros de silencio entre tus manos y mis manos. una frontera de palabras no dichas entre tus labios y mis labios y algo que brilla así de triste entre tus ojos y mis ojos.
(Soledades)
(Soledades)
(CHAU NÚMERO TRES )
Te dejo con tu vida, tu trabajo, tu gente, con tus puestas de sol y tus amaneceres, sembrando tu confianza, te dejo junto al mundo derrotando imposibles, segura sin seguro, te dejo frente al mar descifrándote sola sin mi pregunta a ciegas sin mi respuesta rota, te dejo sin mis dudas pobres y malheridas, sin mis inmadureces, sin mi veteranía, pero tampoco creas a pie juntillas todo, no creas , nunca creas este falso abandono, estaré donde menos lo esperes, por ejemplo en un árbol añoso de oscuros cabeceos, estaré en un lejano horizonte
sin horas en la huella del tacto, en tu sombra y mi sombra, estaré repartido en cuatro o cinco pibes de esos que vos mirás y enseguida te siguen y ojalá pueda estar en la red de tus sueños, esperando tus ojos y mirándote.
(Mucho más grave)
Ahora que empecé el día volviendo a tu mirada, y me encontraste bien y te encontré más linda. Ahora que por fin está bastante claro dónde estás y dónde estoy. Sé por primera vez que tendré fuerzas para construir contigo una amistad tan piola, que del vecino territorio del amor, ese desesperado, empezarán a mirarnos con envidia, y acabarán organizando excursiones para venir a preguntarnos cómo hicimos.
(Lovers go home)
(Lovers go home)
Más que besarla, más que acostarnos juntos; más que ninguna otra cosa, ella me daba la mano y eso era amor. (La tregua)
Que buen insomnio si me desvelo sobre tu cuerpo.
Mi táctica es mirarte
aprender como sos
quererte como sos
Mi táctica es hablarte y escucharte
construir con palabras
un puente indestructible
Mi táctica es quedarme en tus recuerdos
no sé como, ni con que pretextos
pero quedarme con vos
Mi táctica es ser franco y saber que vos sos franca
y que no nos vendamos simulacros
para que entre los dos
no haya telón ni abismos
Mi estrategia es un cambio
más profundo y más simple
Mi estrategia es que un día cualquiera
no sé como, ni con que pretextos
por fin me necesites ...
(Táctica y estrategia)
Donde hubo fuego caricias quedan.
(Hombre que mira un rostro en un álbum)
No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora ni nunca
no te salves
no te llenes de calma.
No reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
No te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo.
Pero si pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas entonces
no te quedes conmigo.
(No te salves)
Ningún padre de la iglesia ha sabido explicar porqué no existe un mandamiento once, que ordene a la mujer no codiciar al hombre,de su prójima.
(Once)
(Once)
(Primavera con una esquina rota)
El mar escucha como un sordo, es insensible como un dios y sobrevive a los sobrevivientes.
(El silencio del mar)
Defender la alegría como una trinchera
defenderla del escándalo y la rutina
de la miseria y los miserables
de las ausencias transitorias
y las definitivas
(Defensa de la alegría)
Ya sos mayor de edad tengo que despedirte pesimismo.
(Chau pesimismo)
(Chau pesimismo)
Este mar que me invento no me moja no tiene aroma el árbol que levanto y mi huracán suplente ni siquiera sirve para barrer mis odios secos. (Parpadeo)
Vuelvo / quiero creer que estoy volviendo
con mi peor y mi mejor historia
conozco este camino de memoria
pero igual me sorprendo
hay tanto siempre que no llega nunca
tanta osadía tanta paz dispersa
tanta luz que era sombra y viceversa
y tanta vida trunca.
(Quiero creer que estoy volviendo)
Ah si pudiera elegir mi paisaje
elegiría, robaría esta calle,
esta calle recién atardecida
en la que encarnizadamente revivo
y de la que sé con estricta nostalgia
el número y el nombre de sus setenta árboles. (Elegir mi paisaje)
Al principio ella fue una serena conflagración
un rostro que no fingía ni siquiera su belleza
unas manos que de a poco inventaban un lenguaje
una piel memorable y convicta
una mirada limpia sin traiciones
una voz que caldeaba la risa
unos labios nupciales
un brindis
es increíble pero a pesar de todo
él tuvo tiempo para decirse
qué sencillo y también
no importa que el futuro
sea una oscura maleza
la manera tan poco suntuaria
que escogieron sus mutuas tentaciones
fue un estupor alegre
sin culpa ni disculpa
él se sintió optimista
nutrido
renovado
tan lejos del sollozo y la nostalgia
tan cómodo en su sangre y en la de ella
tan vivo sobre el vértice de musgo
tan hallado en la espera
que después del amor salió a la noche
sin luna y no importaba
sin gente y no importaba
sin dios y no importaba
a desmontar la anécdota
a componer la euforia
a recoger su parte del botín
mas su mitad de amor
se negó a ser mitad
y de pronto él sintió
que sin ella sus brazos estaban tan vacíos
que sin ella sus ojos no tenían qué mirar
que sin ella su cuerpo de ningún modo era
la otra copa del brindis
y de nuevo se dijo
qué sencillo
pero ahora
lamentó que el futuro fuera oscura maleza
sólo entonces pensó en ella
eligiéndola
y sin dolor sin desesperaciones
sin angustia y sin miedo
dócilmente empezó
como otras noches
a necesitarla.
(La otra copa del brindis)
Se acercó y me dio la mano. De todas aquellas manos, la suya era la única que me transmitía la vida.
Se acercó y me dio la mano. De todas aquellas manos, la suya era la única que me transmitía la vida.
“No sé, tengo como la sensación de que es la única persona con la que podría hablar de ciertas cosas, con la que no me cansaría de verla cada mañana al despertar, y la conozco. La conozco. Sé cuántos lunares tiene en la cara, que se arregla el pelo cuando está nerviosa, que la rutina le aburre a muerte, que cruza la pierna izquierda sobre la derecha. Bueno, yo creo que eso es estar enamorado, ¿no?”
— La Tregua
Los sentimientos son inocentes como las armas blancas.
En la razón solo entrarán las dudas que tengan llave.
De dos peligros debe cuidarse el hombre: de la derecha cuando es diestra, de la izquierda cuando es siniestra.
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