Anaïs Nin, Francia, 21 de febrero de 1903 - Los Ángeles, 14 de enero de 1977.
Siempre hubo en mí, al menos, dos mujeres
una mujer desesperada y perpleja
que siente que se está ahogando y otra que
salta a la acción, como si fuera un escenario,
disimulando sus verdaderas emociones porque ellas
son la debilidad, la impotencia, la desesperación
y presenta al mundo sólo una sonrisa,
impetu, curiosidad, entusiasmo, interés.
-Cualquier forma de amor que encuentres, vívelo.
Me niego a vivir en un mundo ordinario como una mujer ordinaria
A establecer relaciones ordinarias.
-Soy una neurótica, en el sentido de que vivo en mi mundo
No me adaptaré de mi mundo. Me adaptaré de mi misma.
Yo, con un instinto profundo,
elijo un hombre que provoca mi fuerza,
que ejerce demandas enormes sobre mi,
que no duda de mi coraje ni mi rudeza,
que tiene coraje de tratarme como una mujer.
Cuando haces un mundo tolerable para vos,
haces un mundo tolerable para otros.
El amor nunca muere por causas naturales.
Muere porque no sabemos rellenar su fuente.
Muere de ceguera emocional, de nuestros errores y traiciones.
Muere a causa de nuestras enfermedades y heridas del corazón,
De cansancio, por falta de riego.
Cuando se vuelve opaco y deja de brillar,
Entonces el amor muere.
-Vinimos a la cuestión de mentiras. Se parecía a mí que sabía entonces porqué mentimos junio y yo:
1. - porque, careciendo de confianza, tememos que lo que revelamos podríamos no ser admirables.
Siendo narcisistas, también odiamos demostrar lo que creemos para no fallar o demostrar debilidad.
Siendo narcisistas, también odiamos demostrar lo que creemos para no fallar o demostrar debilidad.
2. - debido a el miedo de lastimar.
-La única anormalidad es la incapacidad de amar.
-La carne contra la carne produce un perfume, pero el roce de las palabras no engendra sino sufrimiento y división.
-Soy plenamente responsable de mis propias limitaciones.
-No puedes salvar a las personas, sólo puedes amarlas.
-Y llego el día en que el riesgo que representaba permanecer encerrada en el capullo era más doloroso que el riesgo de florecer.
Para mí, las aventuras de la mente,
cada inflexión del pensamiento,
cada movimiento, matiz,
descubrimiento está una fuente
inmensa del regocijo.
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