“La libertad y la simple belleza son demasiado buenas para dejarlas pasar.”

“La libertad y la simple belleza son demasiado buenas para dejarlas pasar.”

viernes, 22 de febrero de 2013

Música para camaleones, Truman Capote


Truman Capote, Nueva Orleans, EE UU, 1924-Los Ángeles, 1984

Escritor precoz, que desde muy adolescente comenzó a escribir historias de todo lo que observaba, para como él mismo decía, "paliar la soledad de su infancia.



"Empecé a escribir cuando tenía ocho años: de improviso, sin inspirarme en ejemplo alguno. No conocía a nadie que escribiese y a poca gente que leyese. Pero el caso era que solo me interesaban cuatro cosas: leer libros, ir al cine, bailar zapateado y hacer dibujos"«Es sorprendente que alguien tan joven pueda escribir tan bien.» ¿Sorprendente? ¡Sólo había estado escribiendo día tras día durante catorce años!"

Cuando Dios le entrega a uno un don, también le da un látigo; y el látigo es únicamente para autoflagelarse... Hay que aprender tanto, y de tantas fuentes: no solo de los libros, sino de la música, de la pintura y hasta de la simple observación de todos los días.

la zona más demencial de la locura, es el riguroso juego que conlleva.

Nada más diré que lo único que un escritor debe trabajar es la documentación que ha recogido como resultado de su propio esfuerzo y observación, y no puede negársele el derecho a emplearlo. Se puede condenar, pero no negar.

Ahora, a pesar de que fue un tormento, me alegro de que ocurriese; en el fondo, modificó enteramente mi concepción de la escritura, mi actitud hacia el arte y la vida y el equilibrio entre ambas cocas, y mi comprensión de la diferencia entre lo verdadero y lo que es realmente cierto.

La respuesta, que se me reveló tras meses de meditación, era sencilla, pero no muy satisfactoria. En verdad, no hizo nada para disminuir mi depresión; de hecho, la aumentó.

Se aprende más de un fracaso que de un triunfo.

Sí, una vez tuve una gata siamesa llamada Toma. Vivió doce años y viajamos juntos a todas partes. Por todo el mundo. Y cuando murió, no tuve corazón para buscarme otra.

«Sí, te quiero, Jaime; pero Angelita..., eso es diferente.»"No hay diferencia. Se ama o no se ama. Se destruye o no se destruye. Pero Carlos jamás lo entenderá. Nada le alcanza, nada puede..., salvo una bala o una navaja de afeitar.

Algunas personas sólo reconocerían la verdad forzándolas a entender: sometiéndolas a la pena capital.


Y ésa es la razón de la mayor parte de los suicidios. Alguien le está torturando a uno. Uno quiere matarlo, pero no puede. Todo ese dolor es porque se quiere a ese alguien y no se le puede matar porque uno lo ama. Así que, en cambio, uno se mata a sí mismo.


Sé lo trillado que resulta esto, Jaime. Y, de momento, no le va a servir realmente de ayuda. Pero recuerde: siempre hay algún otro. Simplemente, no busque a la misma persona, eso es todo.

Era uno de esos hombres que verdaderamente apreciaban el aspecto de una mujer, que con una mirada captaban el ambiente en su integridad. Valía la pena vestirse para él, y ésa era una de las razones menores por las que lo amaba.

Las mujeres son como las moscas: se instalan en azúcar o en mierda. No digo que yo sea azúcar, pero estoy seguro de que ella se ha plantado ahora en la mierda.

Las serpientes y las mujeres. Tienen mucho en común. Algo que tienen en común es: lo último que se les muere es la parte de abajo.

Siempre habrá un sitio para ti en alguna parte.

Tú crees que está loco porque él cree que tú estás loco.

Oliver nunca ganaría un premio de belleza o de inteligencia. Pero es una persona racional.


Es extraño adónde nos llevan nuestras pasiones, persiguiéndonos como un azote, obligándonos a aceptar sueños indeseables, destinos inoportunos.

No importa de quién sea la culpa. A veces todos nosotros dejamos a los demás ahí fuera, a la intemperie, y nunca sabemos por qué.

Es una mujer que ya se ha despedido de la vida. Contempla el pasado a través de una puerta sin que le duela.

Empecé a ir a la iglesia. De todos modos no hay nada que hacer los domingos.



Últimamente me sorprendo recordando los buenos tiempos que pasé con Pedro, y supongo que eso es lo que le pasará a la mayoría de las personas que hayan amado alguna vez a alguien y lo hayan perdido; se borra lo malo y uno piensa en las buenas cosas que tenían, en lo que te gustaba de ellos al principio.

Tú crees que está loco porque él cree que tú estás loco.

Oliver nunca ganaría un premio de belleza o de inteligencia. Pero es una persona racional. 

Una emoción fuerte, un temor rayano en el terror, puede demoler la lógica de un hombre tan lógico. 

Debe tener cerca de mil libros. Pero no tiene aspecto de ratón de biblioteca. Es una chica muy maja, y tiene muchos novios. Demasiados; sencillamente, parece que no puede quedarse mucho tiempo con un solo tipo.

Me compraría un perro policía si no tuviese que dejarlo solo tanto tiempo. Sé lo que es estar solo, y no se lo desearía a un perro.

Nunca he visto un dolor, un sufrimiento implantado de modo tan permanente, como si un descuido del cuchillo del cirujano lo hubiera desfigurado para siempre. 

Siempre ha sido mi lugar favorito para estirar las piernas y observar, escuchar, bostezar y rascarme y soñar y hablar conmigo mismo. 

TC: Si usted no estuviera aquí, si pudiera estar donde quisiese y hacer lo que le diera la gana, ¿dónde estaría y qué haría?
RB: Viajando. Por ahí, con mi Honda, traqueteando por la carretera de la costa, las curvas rápidas, las olas y el agua, mucho sol. Fuera de San Fran, en dirección a Mendocino, conduciendo entre las secoyas. Haría el amor. Estaría en la playa junto a una hoguera, haciendo el amor. Tocaría música y bailaría y fumaría buena hierba de Acapulco y contemplaría la puesta de sol. Echaría al fuego algunas maderas arrojadas a la playa. Buena ropa, buen hash, y viajando sin parar.


RB: Lo que sucede, sucede. Todo está bien.
TC: ¿Considera usted que está bien matar a personas inocentes?
RB: ¿Quién dijo que eran inocentes?
TC: Bueno, ya volveremos a eso. Pero ahora: ¿cuál es su propio sentido de la moral? ¿Cómo distingue usted el bien y el mal?
RB: ¿El bien y el mal? Todo está bien. Si sucede, tiene que ser bueno. De otro modo, no sucedería. Es, sencillamente, el modo en que discurre la vida. Cómo mueve las cosas. Yo me muevo con ella. No hago preguntas.

Yo tengo mi propia justicia. Vivo con mis propias leyes, ¿sabe? No respeto las leyes de esta sociedad. Porque la sociedad no respeta sus propias leyes. Yo hago mis leyes particulares y vivo de acuerdo con ellas. Tengo mi propio sentido de la justicia.

Creo que todo lo que va, vuelve. Que lo que está arriba se viene abajo. Que según vaya la vida, yo iré con ella.

Todo está bien en la vida. Todo fluye. Todo está bien. Todo es música.

Últimamente me sorprendo recordando los buenos tiempos que pasé con Pedro, y supongo que eso es lo que le pasará a la mayoría de las personas que hayan amado alguna vez a alguien y lo hayan perdido; se borra lo malo y uno piensa en las buenas cosas que tenían, en lo que te gustaba de ellos al principio.

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