“La libertad y la simple belleza son demasiado buenas para dejarlas pasar.”

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viernes, 9 de abril de 2021

Manchas de Tinta China




"Si te aferras a las mentiras tu vida estará llena de ellas"

Una noche la luz de luna me mostró tus afilados dientes, me quitaron el velo de los ojos para ver quién realmente eras. Te conocí lo suficiente para poder decirte adiós y buena suerte. Necesitaba un trago de intervención divina para separar mi corazón, mi pensamiento, mis días de los tuyos.

Quizás de dos corazones rotos se pueda formar uno nuevo, pero a caso yo rompí el tuyo?
La otra mitad de mi corazón se quedó en el país del sueño.

                                                                                         ***
Sabes que si me dejaras, derretiría ese corazón frío con el calor que siente mi corazón cuando te veo. Y es primavera, otoño e invierno al mismo tiempo que no importa el clima cuando estoy contigo. Y siento tanto que no quiero que esto termine, me gustaría que la noche durara toda la vida y que se pudiera guardar el perfume de ese momento en el que tus ojos se miran en los míos y pareciera que se quieren besar. Y lo curioso es que "cuando me miro en tus ojos , es como si me enfrentara con mi alma", quisiera ver que hay dentro. Y me vuelvo eterna y mi sonrisa es la más dulce, y es que cuanto quisiera el amor que das,  que estoy tan dispuesta a pagar el precio de volverte a ver.


El corazón como los libros, siempre hay que dejarlo abierto.



En este asunto del amor, que a veces,
uno quisiera
que no acabara nunca de empezar,
parece que alguien dice:
“¿Dios es eternamente joven?”

Es tanta la alegría, que uno ignora
catástrofes y duelos.
Usted dice que sí a toda
la enorme y tan humana tontería.
Sólo hay un pensamiento,
sólo una idea sola
que es multitud, y uno quisiera
leerlo todo con los ojos cerrados
y no tener noticias de uno mismo,
ni recuerdos de nada ni de nadie;
un ágape de luces
a través de las horas inmortales.

Yo había puesto
encima de mi pecho,
un pequeño letrero que decía:
“Cerrado por demolición”.

Y aquí me tiene usted pintando las paredes,
abriendo las ventanas,
adornando la mesa con la flor amarilla
con que paga el otoño sus encantos.


Nadie te dijo, amor, que yo existía.
El amor es silvestre,
uno lo encuentra en todas partes;
en los días sin cielo,
en las tierras sin flores,
lo mismo en la mañana que en la tarde.